BIO

Blanca vive y trabaja en Barcelona.

Estudia orfebrería, 1994, en la Escuela de Artes y Oficios Nº3 de Madrid y unos años más tarde, se traslada a Barcelona para cursar estudios de joyería en la Escuela Massana con Ramón Puig Cuyàs y Xavier Domènech y  Artes Visuales con Ramón Guillem Balmes, Jordi Canudas y Salvador Joanpere en la misma escuela.

Ha colaborado con joyeras y artistas como Teresa Estapé, Estela Sáez Vilanova, Francisca Kweitel y Gemma Draper, entre otras y trabajado en talleres de joyería con profesionales y maestros joyeros con los que ha aprendido una parte del oficio.

En una primera etapa de su carrera, considera que el concepto está por encima del disfrute de la estética del objeto, pero a medida que su trabajo se va desarrollando, concluye que la belleza es una parte fundamental de su discurso.

La joya forma un tandem muy singular con el cuerpo, este objeto pequeño que nos ponemos en alguna parte de nuestro cuerpo, en contacto con la piel, o abrazando la ropa,   igual que una obra de arte, ha de estar en permanente revisión. La joya interviene nuestra estética. Unos pendientes cambian el gesto de nuestra cara, te los puedes quitar y te los puedes volver a poner.

Piezas de joyería que se perfilan como un dibujo o una sombra. Me apropio de la forma convencional de una joya y la trabajo alterando su forma original. Un pendiente de perlas se ha convertido en un dibujo de círculos planos y de metal. 

Sus joyas se han presentado en muestras nacionales e internacionales. Su trabajo forma parte de la Colección Françoise Van den Bosch Foundation en l’Stedelijk Museum de Amsterdam.

Después de una trayectória de más de 20 años como joyera, Blanca Sánchez, crea en 2019, su marca de joyería, FLOU.

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